Una conversación de 10 minutos mejora el rendimiento mental., pero... según Séneca "una discusión prolongada es un laberinto en el que la verdad se pierde siempre".
Hablar no solamente es emitir sonidos y mover la lengua. Cuando se habla o se canta interviene todo el cuerpo. La Voz es el final de un proceso donde se proyecta la personalidad.
Hablar no solamente es emitir sonidos y mover la lengua. Cuando se habla o se canta interviene todo el cuerpo. La Voz es el final de un proceso donde se proyecta la personalidad.
Todos estos órganos juegan un rol: sistema respiratorio, diafragma, cuerdas vocales, garganta, lengua, maxilar superior e inferior, dentadura y labio.
La claridad en la vocalización, en la dicción, impresiona la imaginación de las personas que escuchan, tanto, que éstos graban las palabras en su mente, en su memoria.
Vamos a suponer una mujer, un hombre desprovisto de algunos elementos atractivos pero dotado de una locuación clara, de una construcción oral fácil y flexible, de tacto, de oprotunidad, que disponga además de abundantes ideas, de puntos de vista y que disponga de unas cuerdas vocales favorables a aquellos que le escuchan. La palabra y su contenido caminaran hasta la mente.
Es verdad que antes se ha de trabajar nuestro baúl de conocimientos gracias a leer, observar y reflexionar... lo que se lee y lo que se observa.
Para elegir un tema de conversación donde pongamos en práctica la palabra es necesario un gran tacto. Ese tacto se adquiere teniendo la condición de ser atento y observador.
De esta manera es posible darse cuenta de las tendencias, de los gustos, de los intereses y preocupaciones de cada cual.
La manera de expresarse, la elegancia o ingenio de las frases, la palabra en si misma es una herramienta para convencer, sugerir, agradar, impresionar.
Hablar con un tono positivo, articulando con claridad cada sílaba.
El tacto en una conversación, en un diálogo es tener una expresión corporal que demuestre interés.
Lo ideal es no interrumpir jamás bajo ningún concepto, algo impensable en la sociedad actual. Donde la gente no habla... grita y gritan todos. Al igual que un perro en una urbanización, que al final ladran todos los perros no dejando dormir a ningún vecino.
Cuando se está obligado a dialogar con una persona nerviosa, agitada, encolerizada hoy que conservar la calma. dejad que esa persona en cuestión agote, derroche su fuerza nerviosa porque la primera condición para utilizar correctamente la palabra es no dejarse arrastrar por su espiral de incontinencia verbal.
Dejad que vuestro interlocutor acabe la frase comenzada y cuando nos toque hablar debemos prescindir de las prisas.
Las explicaciones convincentes, los consejos, las ideas, tienen una lenta gestación en la mente del que escucha.
En toda discusión que no diálogo siempre hay una persona que sostiene asperamente su punto de vista y por lo general rechaza nuestros argumentos sin analizarlos, sin examinarlos.
¿Qué hay que hacer?... esperar y seguir atentos a los argumentos.
Dejar que la conversación siga su curso y cuando se observe que el interlocutor está receptivo. Exponer los argumentos o puntos de vista.
Es importane conservar la calma, la tanquilidad, la actitud de la persona que sabe lo que quiere y no siente prisa. Sabe esperar el momento oportuno para utilizar la Palabra.
Dejad que vuestro interlocutor acabe la frase comenzada y cuando nos toque hablar debemos prescindir de las prisas.
Las explicaciones convincentes, los consejos, las ideas, tienen una lenta gestación en la mente del que escucha.
En toda discusión que no diálogo siempre hay una persona que sostiene asperamente su punto de vista y por lo general rechaza nuestros argumentos sin analizarlos, sin examinarlos.
¿Qué hay que hacer?... esperar y seguir atentos a los argumentos.
Dejar que la conversación siga su curso y cuando se observe que el interlocutor está receptivo. Exponer los argumentos o puntos de vista.
Es importane conservar la calma, la tanquilidad, la actitud de la persona que sabe lo que quiere y no siente prisa. Sabe esperar el momento oportuno para utilizar la Palabra.